
Su afán de fotografiar desnudas a las niñas y de acariciar sus zonas íntimas lo llevó a cometer una vez más el delito, que nuevamente no fue perdonado por la ley.
Unidades del CTI de la Fiscalía lo capturaron en vía pública y lo condujeron ante la autoridad competente para que una vez más responda por ser un abusador sexual.
Según las autoridades, el hombre decía ser fotógrafo para ganarse la confianza de los padres de familia y poder así retratar a las niñas, con la excusa de un estudio fotográfico.
Quitarse la ropa o dejarse retratar en ropa interior eran sus peticiones, a las que además le sumaba dejarse acariciar las partes privadas.
El hombre hacía álbumes con las fotografías, que después vería para satisfacer su deseo, añadieron fuentes oficiales.
Al cierre de esta edición se encontraba en audiencia de imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento.
FUENTE: VANGUARDIA