
Con la campaña denominada La pólvora no es un juego de niños, las autoridades municipales en compañía del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Barrancabermeja esperan este año reducir a cero el número de quemados con pólvora en la ciudad.
De acuerdo con cifras entregadas por el capitán Alexander Díaz, comandante del Cuerpo de Bomberos, el Puerto Petrolero ha tenido en los últimos tres años la cifra de 14 lesionados por la mala manipulación de elementos pirotécnicos. De ella, 50 por ciento fueron menores de edad.
Entre diciembre de 2016 y enero de este año, fueron atendidas cuatro personas, una menos que en el mismo tiempo de las dos vigencias inmediatamente anteriores. “Simplemente buscamos que no haya quemados. Que la gente entienda que la pólvora solo la debe manejar quien está capacitado para eso, porque una mala manipulación puede dejar desde amputaciones, hasta secuelas de por vida”, expresó el director de este organismo de socorro.
Las responsabilidades
A excepción de otras administraciones municipales nacionales, la de Barrancabermeja no prohibió ni la comercialización, ni el uso de la pirotecnia. Sin embargo, a través del decreto 534 sí incluyó medidas restrictivas, tales como una serie de permisos que deberá tener quien decida comercializarla.
“Como Bomberos Voluntarios ya notificamos a la Alcaldía que las nueve casetas dispuestas para venta de pólvora cumplen con todas las condiciones de seguridad para ese fin”, señaló el Capitán.
En las tiendas de barrio, así como en los supermercados está prohibida la venta de pólvora. La Policía, con base en el Código de Policía Nacional y de Convivencia, por venta ilegal de pólvora está autorizada para hacer el respectivo decomiso, indicó la Secretaría de Gobierno.
En caso de un decomiso, el material debe ser destruido de inmediato en un lote destinado para ello en la vía que conduce al corregimiento El Llanito.
Los menores, la prioridad
Los menores de edad siguen siendo la prioridad para cuidar que no resulten quemados. Tenga en cuenta que ni siquiera el uso de las tradicionales chispitas o de los llamados traqui traks está autorizado. “Ninguna pólvora es inofensiva. Cualquier chispa, por ejemplo, en el cabello de un niño puede generar un accidente”, advirtió.
Así las cosas, cualquier organismo de socorro que atienda un caso de un menor lesionado con pólvora tendrá que reportarlo al Centro Regulador de Urgencias. A su vez, este tendrá que reportarlo a las autoridades policiales que tomarán las medidas a las que haya lugar.
Ni siquiera las ‘chispitas’
Con amparo en el derecho fundamental de los niños, niñas y adolescentes a la vida, la integridad física y la salud, el Congreso de la República promulgó la ley 670 de 2001, la cual establece la prohibición de distribución y venta de artículos pirotécnicos o fuegos artificiales y globos a menores de edad, so pena de sanciones aplicables a quienes incumplan la norma.
La Ley estable “que en el caso de encontrar a un menor de edad manipulando, portando o usando inadecuadamente dichos elementos, le serán decomisados y será conducido ante el Defensor de Familia, quien determinará las medidas de protección a adoptar”. Los padres o representantes legales de un niño quemado con pólvora recibirán sanciones que pueden ir desde una asistencia obligatoria a un curso sobre derechos de infancia y adolescencia hasta la pérdida de la patria potestad.
Los organismos de socorro que atiendan las heridas de un niño quemado deberán por obligación reportar el caso al Centro Regulador de Urgencias.
VANGUARDIA