
Desde Bogotá se coordinó el operativo que llevaría a los uniformados de la Policía Antinarcóticos hasta el departamento de Bolívar y Meta, un avión ATR trasladó a las fuerzas especiales Jungla en una correría por el país, el primer componente integrado por 25 hombres desembarcó en la ciudad de Villavencio, el otro grupo llegó hasta la ciudad de Santa Marta, donde los esperaban las aeronaves de ala rotatorio Black Hawk.
Las autoridades buscaban afectar las fuentes de ingreso del grupo armado organizado residual del frente primero y séptimo en el departamento del Meta donde se ubican 25 estructuras en madera para la producción de clorhidrato de cocaína.
La operación de asalto se lanzó a primera hora del día, los objetivos estaban ubicados en zona rural de los municipios de Canaguaro, Royete, Trampero, Altoco, Puerto Rico y La Macarena.
En la zona más apartada del departamento del Meta, los comando fueron recibidos con disparos de fusil, los grupos armados impedían el descenso de las aeronaves hasta los complejos de producción de alcaloides.
Las maniobras de los pilotos permitió el descenso en soga rápida hasta los objetivos, allí se encontró:
. 25 laboratorios para la producción de clorhidrato de cocaína.
. 1.884 galones de insumos líquidos.
. 835 kilos de insumos sólidos.
. 153 kilos de base de coca.
Al mismo tiempo en Cantagallo y San Pablo al sur de Bolívar, los Comandos Jungla destruían 18 laboratorios más, que serían de personas al servicio del «clan del golfo», allí se encontró:
. 1.440 kilos de insumos sólidos.
. 2.978 galones de insumos líquidos.
. 851 kilos de base de coca
Como resultado de esta ofensiva se impacta la economía criminal de estas grupos armados, el valor total de los 43 laboratorios y el material incautado alcanzaría un valor de 11 mil millones de pesos.
Se sabe también que los complejos tenían una capacidad total de producción de 1 tonelada de clorhidrato de cocaína al mes.
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