
Se trata del sulfato de aluminio líquido, con el que se busca básicamente que el agua llegue con menos sedimentos a los hogares barranqueños.
“Este producto tiene menos insolubles y va a mejorar la floculación e igualmente va a disminuir la cantidad de sedimentación en suspensión en el agua cruda, reducirá la energía y otros insumos químicos”, manifestó Sergio Amaris Fernández, gerente de la empresa prestadora.
Con el tiempo, señaló, es posible que se pueda ir dejando atrás la llamada biopelícula que generalmente aparece cuando se habilita el servicio después de haber sido suspendido.
“La biopelícula que se adhiere a las tuberías corresponde a la sedimentación que en parte producía el sulfato granular, que era el que estábamos usando. Con el nuevo producto vamos a disminuir esa biopelícula”, aseguró.
Aguas de Barrancabermeja anunció que con la llegada de este nuevo método recibió en servicio dos tanques, cada uno de 40 metros cúbicos, con los que ya comenzó a dosificar el sulfato líquido en el proceso de tratamiento.
Ambientalistas consultados señalaron la importancia de seguir modernizando los métodos, sobre todo en momentos en que la ciudad atraviesa una crisis ambiental por una presunta contaminación de la fuente captadora del agua potable.
El nuevo método llega 43 años después de estarse usando el sulfato granular tipo B.
VANGUARDIA