
Cientos de manos amigos se unieron para tratar de sofocar las llamas, sin embargo, un total de ocho viviendas fueron arrasadas por el fuego.
Las pérdidas materiales eran estimadas ayer en cerca de $200 millones y se evaluaba la situación de vulnerabilidad de las casas vecinas.
Cabe señalar que para tratar de sofocar las llamas fue necesaria la ayuda no solo de la comunidad, sino de Ejército, Policía y la empresa de Acueducto que habilitó rápidamente los hidrantes de la zona.
Como se recordará, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Puerto Berrío se encuentra en cese de actividades desde el año pasado, ya que no llega a un acuerdo con el Municipio sobre el presupuesto que se necesita para su funcionamiento.
Según el balance de las autoridades sobre la emergencia, pese a la gravedad del siniestro, no se presentaron heridos, aunque algunas personas fueron atendidas por inhalación de humo, sin consecuencias.
VANGUARDIA