
Con el apoyo de la Corporación Autónoma de Santander, CAS, y de la Policía Ambiental, la Junta Protectora de Animales logró que los animales fueran recibidos en un centro especializado de restauración y rehabilitación.
“Fueron recibidos de una vez con un protocolo especializado, se les dio la atención en alimentación y atención médica y fueron internados en un invernadero especial que simula su hábitat natural”, informó Hydamis Acero Devia, presidenta de la Junta.
Al parecer, los osos estaban siendo comercializados por un habitante de calle. Al respecto, la comunidad del barrio reconoció ver cómo en los últimos meses esta situación se presenta a cambio de dinero o alucinógenos.
En compañía de la Policía Ambiental, la Junta Protectora realiza campañas para sensibilizar sobre la importancia de conservar la fauna silvestre.
VANGUARDIA